El ataque contra Kerrigan fue uno de los mayores escándalos en la historia del deporte. Harding fue acusada de haber fallado en reportar lo que sabía sobre el ataque, lo que marcó el final de su carrera. En los Juegos Olímpicos de 1994, Kerrigan se recuperó y ganó la medalla de plata, mientras que Harding, tras problemas en su presentación, quedó en octavo lugar. Tras el escándalo, Harding fue multada con $100,000 dólares y prohibida de competir profesionalmente.
Tonya Harding, una prometedora patinadora artística, alcanzó la fama al ser la primera estadounidense en realizar un “triple axel” en 1991. Sin embargo, su carrera dio un giro oscuro en 1994 cuando su exesposo, Jeff Gillooly, organizó un ataque a su rival, Nancy Kerrigan, con la intención de lesionarla y sacarla de las competiciones. Aunque Harding negó inicialmente su participación, más tarde confesó haber sabido del plan. Este escándalo llevó a su expulsión de por vida del patinaje profesional.
A pesar de su infamia, Harding encontró un camino hacia el boxeo profesional e hizo apariciones en programas de televisión. Su vida inspiró la película “I, Tonya”, protagonizada por Margot Robbie, que fue muy bien recibida por la crítica y obtuvo nominaciones a los premios Óscar. El legado de Harding sigue siendo un tema de discusión, tanto por su habilidad sobre el hielo como por el escándalo que empañó su carrera.
A través de los años, Harding ha tratado de rehacer su vida, pero el incidente sigue siendo un recordatorio constante en redes sociales y medios de comunicación, demostrando el impacto duradero de este infame capítulo en el patinaje artístico.

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